“Lincoln”, Steven Spielberg, o “Esa película, que con toda seguridad, le encantará a mi padre”



Puedo renegar todo lo que quiera de ellas, o quemar en la chimenea de mi casa del pueblo, todos sus CDs, o incluso ignorar que en una ocasión yo representé para una función del colegio, con las que siguen siendo mis mejores amigas, la infame “Wannabe”, pero lo cierto: es que yo soy de la generación de las Spice Girls. Es más, incluso en algún momento de mi vida tuve una foto de ellas pegada en mi carpeta XD!!!. No es cuestión de gustos, ni de que yo fuera una hortera de bolera (que puede que sí), es sólo: cuestión de generación. Y yo, lo sé, y lo siento: soy de la generación de las Spice.

“Bir Zamanlar Anadolu'da (Once upon a time in Anatolia)”, Nuri Bilge Ceylan, o “Tan lejos, tan cerca”




Cuando yo estuve en Anatolia, allá por el año 2009, descubrí, qué es lo peor que se le puede hacer a un “moderno” (pero no a uno de pacotilla: a uno de verdad): algo peor que obligarle a escuchar la discografía completa de Vetusta Morla en modo repeat, incluso la de Russian Red; algo peor aún que regalarle una bicicleta del Decathlon, privándole así de esa orgásmica satisfacción que debe suponer para cualquier moderno que se precie: el comprar una bici cochambrosa y destartalada, para tunearla y convertirla, en una bici “retro”, cómo la del resto de sus amigos modernos; peor, que buscarle una novia sin flequillo raso, o que no utilice pintalabios rojo putón (Chanel en el caso). Peor aún.