“Stockholm”, Rodrigo Sorogoyen, o “El síndrome, no la ciudad”


Acabo de regresar de Berlín, y ¡ya quiero vivir allí! Lo sé, lo sé… sé que en el último año he querido vivir en Nueva York, en Buenos Aires, en Río de Janeiro (ahí está todavía, ¿eh? que para eso me jodo todos los sábados por la mañana aprendiendo portugués…J), y que ahora digo que quiero vivir en Berlín. Pero esta vez va súper en serio (de momento...).

“Todas las mujeres”, Mariano Barroso, o “No empaticen con el verdugo… poooor favor”


La secuencia de los hechos, o vamos de cómo yo vi “Todas las mujeres” se desarrolla tal que así: 17.00: me encuentro editando algún video de mierda en mi trabajo cuando una amiga mía se me acerca y me dice: “Por gentileza de FNAC, tengo entradas gratis para ir a ver esta tarde el preestreno de “Todas las mujeres”, voy a ir con cuatro amigas, ¿te vienes?” La invitación me pilla de improvisto, pero así, sin pensar demasiado, digo: “Claro, ¿por qué no?” Ahí somos cinco para ir al cine.

“Spring Breakers”, Harmony Korine, “Rebuscando en la basura ” o “La desmitificación de ese oscuro objeto del deseo, llamado juventud”


Quien más quien menos, todos (o al menos todos los de mi generación) somos hijos o víctimas de la cultura trash de la MTV, de la que sacaba videoclips me refiero, no de esta que sólo saca realitys chorras...

“Carlos” (TV), Olivier Assayas, o “El idealismo revolucionario, juas, juas”


Una vez escuché en una película (“El viaje de Arian”, Eduard Bosch) una frase que le decía el padre a la protagonista, simpatizante de la lucha armada de ETA, que se me quedó clavada: Yo siempre he estado dispuesto a morir por mi patria, pero nunca a matar por ella”.

“À bout de souffle”, Jean-Luc Godard, o ¿-Tienes miedo a hacerte viejo? –Yo sí-" (Patricia Franchini)




No tengo idea de cómo ha podido pasar, pero de nuevo: he vuelto a cumplir años ¡shiiiiiit! Momento ideal para crear una lista mental de: “cosas que hacer antes de dejar de cumplir veinti tantos”; veamos: No volver NUNCA a tomar el sol sin protección 50 (y esto no es broma);

“Before Midnight”, Richard Linklater, o "If you want true love, then, this is it. This is real life, it´s not perfect, but is reall” -Jesse Wallace- o “Qué decir: simplemente me parece PRECIOSA”


Es tiempo de cambios para mí, todos para bien; y estoy estoy feliz de contar con tanta gente a mi alrededor para compartirlos. Así que: a mi recién estrenada sobrina; a mi hermana; a mi hermano y a mi cuñada “con suerte”, a quienes les recomendé fervientemente que vean esta trilogía; y también a “Miss matrícula de honor” de la que estoy muuuuy orgullosa; a esos amigos a los que quiero tanto y con los que disfruté del maratón cinematográfico; y también a mi amiga Bea 211, con la que viví las mejores vacaciones de la vida en las islas griegas y de la me acordé mucho al ver la peli: “Ésta entrada: está dedicada” J

“Weekend”, Andrew Haigh, o “Ligando en los bares y mucho más”.


Por alguna razón que no llego a comprender, a veces me cruzo con algunas chicas, y chicos, que se jactan (sí, se jactan, no sólo lo dicen, presumen de ello) asegurando que: “A mí no me gusta conocer a chicas/os “de fiesta”, soy más de ligar de día”; no sé, cómo si el conocer a alguien en un bar, con varios litros de alcohol en vena y/o el efecto de algún que otro estupefaciente, te restase puntos en un hipotético ranking de cómo-conocer-a-alguien-interesante.

¡Gracias por Tony Soprano, Mr. Gandolfini! o "Ha llegado el momento de ver el final..."


Hoy, me veo en la obligación de hacer una confesión, que hasta la fecha, había permanecido oculta junto al resto de algunos de mis secretos inconfesables: Yo NO he visto el último capítulo de Los Soprano. Nunca. 

“La Pleimobil”, Carlos G. Velasco, Isaí Escalada o, “¡Pasen, vean y descojónense!


Admiro mucho a la gente que es capaz de trabajar 8 horas seguidas llegar a casa, y en vez de tirarse en el sofá, escribir una idea que les ronda la cabeza, dibujar, abrir una casting on line, ponerse en contacto con sus amigos, y conocidos, y también con desconocidos, y convencerles de que puedan ayudarles a llevar a cabo esta idea, de gratis (con lo que todos sabemos que eso cuesta: trabajar de gratis, digo).

“Blancanieves”, Pablo Berger, o “Regreso a la España cañí”.



Por mi trabajo, no hay día en que de una u otra manera, el nombre de mi tocaya Belén Esteban salga a relucir, incluso varias veces, incluso todo el rato sin parar (sí…, podría ser que no me llamara Patricia); así es la vida. Pero, cuando llega el viernes, atravieso los preciosos tornos de ese lugar en que trabajo, y me evado del mundo rosa en el que me encuentro inmersa: confío y ESPERO que en NINGÚN momento NADIE me hable ni de ella ni por lo tanto de mi trabajo, que para eso es fin de semana, ¡Digo yo!.

“El pasado”, Alan Pauls, “El pasado”, Héctor Babenco, o “La destrucción del amor”, o "A corazón abierto"




Yo soy muy de mimetizarme: con las personas, con los lugares, y sobre todo, con las ciudades a las que viajo. Me explico. Si me voy a marchar a Estambul, ahí que me veo todas las películas de Fatih Akin, intentando encontrar en sus paisajes, algo que me vaya a resultar reconocible, para que en un momento dado pueda decir orgullosa: “Anda, esto me suena!” y de paso llevarme en la maleta una navaja… que el panorama por allí, según lo pinta Akin, es más bien jodido; Qué me piro a Escocia: pues, ahí que va, por enésima vez la lectura de las novelas de Irvine Welsh, y por enésima vez también, Trainspotting: ¡Qué película, y qué guapísimo Ewan haciendo de Renton! ¿¡Pero, cómo no voy a enamorarme de él!? 

“Holy Motors”, Leox Carrax, o “Esto es cine ¿Quién se apunta?”



Es completamente flipante la cantidad de dudas varias, preguntas más o menos chorras, y otras, al parecer, absolutamente imprescindibles, que puede generar un simple cochecito de bebé, pero flipante. No había sido consciente de ello, hasta que hace un par de semanas, me encuentro sin comerlo ni beberlo, en la tienda de bebé más gigante que hayan visto mis ojos; para que os hagáis una idea: hay que coger número para que te atiendan (Pero, ¿qué es eso, ¿una frutería? En serio….) 

“Django Unchained”, Tarantino, o “Este chiste no me hace gracia”



Entre algunas otras cosas, hay al menos dos, que me desconciertan y me irritan sobremanera: La primera, que alguien que no conozco (ni tengo ningún interés por conocer) se dirija a mí cómo “cariño”, “amor”, “cielo”, o cualquier otro apelativo ñoño y absurdo, y a todas luces, fuera de lugar; y la segunda: que me cuenten un chiste que no pillo; o peor aún: que me cuenten un chiste, que de tantas veces cómo lo oí, ya no me hace ni puñetera gracia; Pues el pasado viernes: ¡tuve un dos por uno! 

“Lincoln”, Steven Spielberg, o “Esa película, que con toda seguridad, le encantará a mi padre”



Puedo renegar todo lo que quiera de ellas, o quemar en la chimenea de mi casa del pueblo, todos sus CDs, o incluso ignorar que en una ocasión yo representé para una función del colegio, con las que siguen siendo mis mejores amigas, la infame “Wannabe”, pero lo cierto: es que yo soy de la generación de las Spice Girls. Es más, incluso en algún momento de mi vida tuve una foto de ellas pegada en mi carpeta XD!!!. No es cuestión de gustos, ni de que yo fuera una hortera de bolera (que puede que sí), es sólo: cuestión de generación. Y yo, lo sé, y lo siento: soy de la generación de las Spice.

“Bir Zamanlar Anadolu'da (Once upon a time in Anatolia)”, Nuri Bilge Ceylan, o “Tan lejos, tan cerca”




Cuando yo estuve en Anatolia, allá por el año 2009, descubrí, qué es lo peor que se le puede hacer a un “moderno” (pero no a uno de pacotilla: a uno de verdad): algo peor que obligarle a escuchar la discografía completa de Vetusta Morla en modo repeat, incluso la de Russian Red; algo peor aún que regalarle una bicicleta del Decathlon, privándole así de esa orgásmica satisfacción que debe suponer para cualquier moderno que se precie: el comprar una bici cochambrosa y destartalada, para tunearla y convertirla, en una bici “retro”, cómo la del resto de sus amigos modernos; peor, que buscarle una novia sin flequillo raso, o que no utilice pintalabios rojo putón (Chanel en el caso). Peor aún.