“Le Prénom”, Alexandre de La Patellière, Mathieu Delaporte, o “Los prejuicios absurdos de la clase media"


Si yo tuviera un hijo, cosa poco probable a corto o medio plazo, no lo llamaría Francisco; no por nada, sino sólo porque no me gusta. Probablemente tampoco le llamaría Adolfo; no por nada, sino porque tampoco me gusta. Ni le llamaría José María, y no porque el nombre me recuerde al presidente más detestable que ha tenido éste país; no lo llamaría así porque no me gustan los nombres compuestos, sea cuales sean los nombres que lo compongan, y vamos, porque no me gusta y punto.
Y entonces voy y me creo que no tengo prejuicios sobre éste o cualquier otro nombre en particular; que al fin y al cabo, es un absurdo ponerle a tu hijo el nombre de un genocida, porque, cada cual es cada cual y un nombre no significa nada ¿no?
Pero ¡Ay!... de pronto se me pasa por la cabeza: claro y si es ¿una chica? Es difícil, al menos así de primeras, relacionar cualquier nombre femenino con una dictadora asesina en masa, en éste u otro país... Y entonces pienso ¿Y si la llamo ”Inmaculada”? ¿O “Purificación”? o ¡qué sé yo ¿“Dolores”?!, puff.... ¡Ni de coña llamaría a mi hija así!; ¿Por qué? ¿Porque esos nombres no me gustan (y cierto es que no me gustan ni un pelo? ¿O porque mi educación católico apostólica hace que cada vez que pienso en alguno de esos nombres, me acuerde irremediablemente de una u otra virgen penitente colocada en alguna iglesia, lo que provoca que el sólo hecho de pensarlo haga que me entre una urticaria enorme por todo el cuerpo? ¿Son eso también prejuicios?... Al fin y al cabo, cada cual era cada cual ¿no? En fin, la verdad, es que nunca llamaría así a nadie de mi descendencia: simplemente, porque no me gusta el nombre.
Y en esas estoy, cuando me veo esperando en la puerta del cine, a punto de ver una película francesa de la que (maldito juego de palabras) no escuché ni “El nombre”.
Y allí, guardando una cola de un montón de gente, pienso ¿Pero no que estábamos en crisis? Vale que es lunes (día del espectador), vale que en las calles, hace un frío que pela, pero, de nuevo ¿Dónde está la crisis, que de hecho.... y desgraciadamente sé qué está? Pues en el cine, este lunes, no.
Por un momento pienso que aunque haya comprado dos entradas voy a ver la peli sola. Todo, porque mi amigo Gon, al que quiero y adoro, encargado de sustituir la coordinacción en ese programa de televisión en que ambos trabajamos durante estos días, se encuentra luchando con alguien, contra alguien, o quién sabe si consigo mismo por no volverse del todo blanco, completamente invisible al ojo humano, y no acaba de llegar.
Al final llega, y la peli también, y la lucha por el dichoso nombre, también. La absurda discusión por cómo llamar a un churumbel en camino, es sólo la excusa para que cinco personas de mediana edad, muestren sus frustraciones, sus prejuicios, su falsa apariencia de felicidad. Pero fluye, y funciona, y lo que es mejor: me hace reír; sip!! me hace reír un montón de veces. Por momentos me recuerda a esa peli de Polanski, “Carnage”, en la que los protas también están encerrados en una sala de estar, dejando al descubierto lo patético de sus aparentes felices vidas de clase media; sin embargo todo lo que en esa resultaba forzado -y mira que me gusta Kate Winslet, que me encanta, es más, y que ella se esfuerza, pero nada... - en “Le Prenom” es orgánico, natural. Al menos así puedo compensar la poca gracia o ninguna que me hizo esa otra.
Eso sí, la película acaba en la salita de estar, con el marido durmiendo en el sofá, a varios metros de su frustrada esposa, y con el padre del churumbel en proyecto, subrayando cuán capullo puede ser; el resto es paja ¿Por qué tienen que contarme no se qué de cuándo nace el niño, e incrustarme una escena en el hospital que rompe todo el ambiente generado los cien minutos anteriores....? Vete tú a saber....
PD: Efectivamente, para el fin de este relato, Gon, ya es completamente blanco... pobre ;-)


2 comentarios:

  1. Después de leerte tengo unas ganas locas de ver la película....... Y a Gon mas blanco si cabe, claro!!

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  2. Más si cabe, ahora más que nunca: blanco nuclear!!! Ya sabes!!!
    Hacemos una cosa: te pones güena y te invito al cine, te prometo que hasta te dejo elegir la peli!!! me dirás que no son buenas razones para recuperarte por Navidad ;-) !!!!

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